Cada vez que Cupido se acuerda de mi
es para meterme la flecha por el culo,
cada vez que Cupido se acuerda de mi
es para reírse viéndome sufrir.
Angelito cabrón de rizos rubios,
flechitas mu graciosas y cara maricón,
encima de que nunca atina
hay que celebrar su maldito día,
con cara de tontos a comprar un maldito regalo,
para ofrecerlo diciendo "te amo".
Que bonito es el amor,
mientras dure, claro está,
y en cuanto termina
el muy cabrón te da por detrás.
Y lo más fácil seria solo fornicar,
lo jodido es que siempre quieres más.
Quiero ser un tío duro,
como Humphrey Bogart en el cine negro,
sin enamorarme de ninguna moza,
esquivando las malditas flechas con veneno.
Niño gordito de mierda,
no me molestes más con tus jodidas flechas,
dejame de una puta vez en paz
y seguramente podre dejar de fumar.
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