viernes, 22 de abril de 2011

No soy buen príncipe azul

Un bar, noche fría, no tanto por el clima si no mas por la vida.Una barra, mucho humo y algún tipo de whisky que me ayuda a ver con mas filosofía toda la tristeza que se respira.

Discusiones de pareja por infidelidades de la mente, amistades alteradas con regusto de alcohol en la garganta, mujeres maquilladas esperando a ver si el ultimo tren pasa, y al final de la barra, ella, demasiado guapa para preocuparse por su alma, pero la mirada perdida, como si Satanás ya le hubiera hecho una mala jugada.

Otro trago, y joder, mis sentidos sin darme cuenta vuelven a buscarla, sus labios delatan sensualidad en cada trago, su mirada perdida, me cuenta historias con sabor amargo, y su cuerpo, su alma, o como quieras llamarlo, me llaman, me dicen que corra a salvarla.

Unas miradas, alguna sonrisa, y nuestros taburetes acaban tocando. Brindamos por nuestras almas ya corrompidas, reímos por nuestras ilusiones perdidas y cuando la noche termina me ofrece que la siga, que vaya a su nido, donde podemos tomar algo mas, y quien sabe si desayunar…

Ella buscaba un falso príncipe aunque no llegara ni a azul, un marido para comulgar con su idea de ser feliz, y yo, que en el fondo tengo bien engrasado mi corazón, me fui muy a pesar de mi, por no ser yo otro mas que la hiciera sufrir.

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